jueves, 29 de octubre de 2009

¿QUIÉN ES EL ANIMAL?

“Neyca” se adapta y vive feliz en la casa
hasta que ocurre un accidente


Capítulo IV “Enfado, rabia e impotencia “


Estos son los sentimientos que una persona debería sentir con este relato.


Por la mañana estaban a primera hora en el veterinario y cuando empezaron a reconocerla, el veterinario preguntó mostrándoles la boca :
- ¿ Y los dientes?
Todos miraron extrañados y al unísono:
-¿ Los dientes ?
Tras esto intentaron sacarle sangre directamente de la aorta, pero después de tres intentos fallidos , no se pudo. Es decir, no tenía ni sangre en el cuerpo. Cuando los veterinarios dijeron que eso eras una paliza a placer, la familia no se lo podía creer.

A todo esto , Virginia no pudo aguantar la impresión, así que la tuvieron que sacar mareada a la calle, mientras su madre y una doctora muy amable que pasaba por allí le ayudaban, su padre hacía lo mismo con “Neyca” junto al veterinario.

Pero no hay que tener el corazón en un puño, afortunadamente, todo se solucionó, eso sí, con mucho esfuerzo.

A “Neyca” consiguieron ponerle una vía , le inyectaron mucho suero para hidratarla y corticoides para el hinchazón. Cuando le bajó la inflamación, le hicieron una radiografía y por lo menos no tenía la nariz rota, como imaginaban, eso sí tenía un gran golpe marcado ( patada,palazo....).
Con cuidados y atenciones , en unos días se recuperó. Y ese mal trago solo lo recuerda su nariz un tanto peculiar.

Pero al término de esta historia yo me pregunto...
¿ Por qué se utiliza de forma peroyativa la palabra animal ? ¿No es más animal el que se lleva de una casa a la mascota? ¿O no es más salvaje el que es capaz de hacer con un gatito esas cosas ?












Por Ángela Crespo Contreras