miércoles, 2 de junio de 2010

UNA DESPEDIDA A LO GRANDE

Como todos sabéis, los alumnos de 6º regresamos el viernes 21 de su primer Viaje de Estudios, ha sido una experiencia inolvidable. Tres días muy intensos. Se nos ha ido todo el curso pensando en ello y claro, la excitación de los días previos era ya inaguantable.

Los días anteriores al viaje de estudios estábamos todos (con la excepción de los que no iban) ansiosos con nuestro primer tiempo, mayor de una tarde, sin nuestros padres, hermanos y prácticamente sin adultos.

Antes de salir de viaje, de noche, los niños que iban a esta larga excursión estaban en frente de nuestro colegio, todos con la maleta en sus manos esperando impacientemente al autobús y a la Srta. Toñi.
Cuando llegó por fin el momento más esperado para nosotros, nuestras caras se llenaron de besos de nuestros padres, pero lo peor fue verlos con “las caras largas” al vernos marchar, mas nosotros nos encontrábamos más felices que nunca por estar sin padres tres días.

Después de pasar casi toda la madrugada en el autobús, hicimos una pequeña parada al amanecer a desayunar en un bufe libre en un bar o restaurante del pueblo de Guarromán.
La estancia en el autobús fue bastante molesta debido al calor, al agotamiento y el ansia de llegar a nuestro esperado destino; Toledo.
Nada más ver el paisaje lleno de árboles con vistas al río Tajo, los niños empezaron a chillar y a abundar los “flashes” de las cámaras reflejados en las ventanas.
Al apearnos del autobús recogimos a un guía que iba a ser “nuestro guía”, pero nos volvimos a montar en el autobús.
Mientras íbamos en el autobús haciendo miles de fotos al paisaje de las murallas, el guía, estaba hablando por el micrófono sobre las murallas (aunque algunos no lo estaban escuchando).
Al bajarnos de verdad del autobús vimos una imagen distinta a nuestra Granada, una ciudad bastante turística.
Haciendo un “tour” allí fuimos a parar a un gran monasterio al lado de un balcón con vistas a la ciudad. Después, a una gran plaza donde a través de un cristal se veía un lejano pozo (que resultó ser un aljibe) donde nos adentramos en su interior y allí nuestro guía nos explicó el significado de este antiguo aljibe.
Acto seguido, nos dirigimos hacia la plaza Mayor, donde se encontraba la famosa catedral de Toledo, que durante la estancia de los Reyes Católicos, (y tiempo adelante) Toledo había sido la capital de España. Iñaqui, el guía, nos explicó lo que ocurrió en esta misma catedral (esta explicación nos serviría para nuestro tema de Conocimiento del Medio) con la estancia de los Reyes Católicos.
Dentro de ella, observamos infinidad de esculturas, pinturas y lugares donde uno puede elegir en qué lugar escuchar la misa. También nos dirigimos a una enorme sala en la que el techo estaba pintado por el Greco, había cuadros por todas las paredes de Goya, del Greco y de muchos más. Ésta abarcaba diferentes estilos dentro de ella. Era de estilo gótico, pero tenía una pequeña parte de estilo barroco que lo llamaban “EL TRANSPARENTE”. A mucha gente le gusta esta parte, mas a otros no les entusiasmaba porque decían que no congeniaba con los demás estilos que había allí.
Al cabo del rato fuimos a comer en un hotel bastante lujoso, mas no comimos casi porque nos sirvieron demasiada comida.
A continuación, todos fuimos a comprar en la variedad de tiendas de recuerdos, que allí fue donde tardamos más, mucho más.
Acto seguido, nos comimos unos helados antes de subirnos al autobús, debido al calor que, en aquellos momentos, apretaba de firme sobre la zona.
Después de subirnos otra vez al autobús esperábamos una noche de lo más agotadora en el hotel.

Madrid nos encantó aunque nos hubiera gustado haber tenido más tiempo para poder verlo todo tranquilamente y pudiendo observar monumentos históricos o importantes edificios como el “Museo Del Prado”, “Las Torres Kio”...

El segundo día, jueves 19, tan pronto como desayunamos, salimos desde el hotel hasta Madrid capital para hacer una visita turística al estadio de fútbol “Santiago Bernabéu” (nombre del fundador de este), la pena fue el no poder ir al terreno de juego ya que ese Sábado se jugaba un partido, la final de La Copa De Europa. Tras esta visita, dimos una muy larga caminata para llegar al “Museo De Cera”, gracias a la Sta. Toñi, el recorrido se nos hizo más ameno ya que al cruzar una calle nos paró a todos y nos dijo; “La chicas al poder”, y desde ese instante, comenzó una carrera entre chicos y chicas, estuvo claro quién ganó, las chicas por supuesto.

Llegados a nuestro destino, lo primero que hicimos fue reírnos frente a los espejos distorsionadores. entramos en las primeras salas que existieron de este museo tan original y en las actuales, se componía de personajes como Julio César, Cleopatra, algunos cuadros como “Las Meninas”, “El Fusilamiento Del 2 De Mayo” y a un actor que a todos nos pareció un visitante más, Antonio Banderas; súper-héroes como “Spiderman”;personajes ficticios y de cuentos como Jack Sparrow o Blancanieves convivían con deportistas, actores, políticos, la familia real.... Visitamos “El Tren Del Terror” y un simulador de una montaña rusa espacial.

Más tarde, cerca de la hora de almorzar, fuimos al “Zoo De Madrid”, allí tuvimos la posibilidad de observar diferentes especies de animales, con diversas subespecies de estas. Lo más destacado fueron los osos pandas cuando iba a caer la noche, entramos al teatro “Rialto Movistar”, en la Gran Vía, donde tuvimos el privilegio de ver en sus últimas semanas “40, El Musical”. Fue una experiencia inolvidable, pero a pesar de lo que parece no es recomendada para todos los públicos.
Al llegar de madrugada al hotel, creo que muchos cogieron la cama con ganas ya que estábamos completamente agotados.


El tercer y último día lo dedicamos a la “Warner Bros”.

Cuando nos levantamos se notaba la felicidad en todas las habitaciones. Desayunamos en el hotel (que tenía bufe libre), revisamos todas la habitaciones ( por si se nos olvidaba algo) y ya estábamos listos para irnos a la Warner. Nos despedimos del hotel con sentimiento, cargamos las maletas en el autobús y nos fuimos.
En la Warner sacamos las entradas y pasamos al recinto. Era muy bonita: todos sus personajes, atracciones espectaculares... Era genial.
Nos dividimos en grupos y salimos todos corriendo como locos hacia los columpios.
Después a las dos nos dirigimos a la entrada (como habíamos acordado con la Sta. Toñi). Nos dio unos tickets para que comiésemos donde quisiéramos.
Había restaurantes inspirados en cada zona: el Oeste, “Gotham City”,” Metrópolis” y la zona para los más pequeños “Looney Toon Park”.
El oeste era muy real, estaba todo hecho de madera. Gotham City, la ciudad de Batman, era sofisticada al igual que Metrópolis y también había una parte dedicada a Hollywood en los años sesenta.
Después de comer, seguimos montándonos en todo y comprando regalos para la familia y amigos.
Al final, después de subirnos y subirnos en las atracciones, llegó la hora de irnos. Nos subimos al autobús cansados, ya no teníamos la energía del primer día. Era el final del mejor viaje de nuestras vidas. Paramos para tomarnos un tentempié y seguimos el viaje hacia casa. Volvimos a parar en el mismo sitio en el que paramos en la ida. Era bonito y tenía self service.
Después de comer ya no había ninguna parada más.
Llegamos a Armilla dormidos. Nuestros padres y madres nos esperaban contentos y con ganas de vernos tras tres días mágicos.

100 veces que fuéramos a la “Warner-Bros”, por ejemplo. nunca la viviríamos como la hemos disfrutado, con nuestros compañeros, a los que desde hace 8 años vemos día tras día, sin pensar en que llegaría un día en el que tendríamos que separarnos, aunque bien es cierto que un grupo de veintitrés, siempre hay grupitos más afines.

Aunque ha sido una experiencia inolvidable, ahora que ha pasado todo, hay un poco de apatía por lo que significa el viaje de estudios; se pone fin una etapa que ha durado la mayor parte de la que llevamos de vida, nos vamos del “Nazaríes”, casi es como si nos fuéramos de “nuestra casa”. A los de 5º, que les dejamos nuestro sitio, les deseamos que lo pasen tan bien y les haga tan buen tiempo como a nosotros, pero sobretodo, que se relajen y disfruten 6º, que con el viaje y los papeles del “insti” en la cabeza, se pasa volando, y al final, te da pena, aunque no lo crean, que tu salida está cerca.

Queremos dar las gracias a:
D. Juan De Dios, que creemos que disfrutó tanto como nosotros, o incluso más.
Sta. Toñi, que nos cuidó como una madre cuida a su propio hijo.
Nuestro conductor, que nos aguantó durante largos e inaguantables trayectos.
Y a todos lo que se han implicado en nuestro viaje; dirección, secretaría, AMPA, todas las personas que nos compraban lotería o dulces y a las familias de los profesores que también han tenido que "aguantar" el viaje de estudios.

El broche de oro hubiera sido que D. Enrique, nuestro tutor desde hace 4 cursos, nos hubiese acompañado, todos lo echamos en falta, sobre todo en Toledo; esa visita, podemos asegurar que hubiera sido totalmente diferente con él.

Durante las dos noches:
La primera noche del viaje estuvimos unos minutos en recepción para recoger las tarjetas de cada habitación y poder subir a la correspondiente de cada tres alumnos. Al llegar nos instalamos nos duchamos y nos preparamos para la magnifica cena en el gran comedor del hotel. La abundante cena estaba compuesta de espaguetis, pollo con patatas y tarta. Al concluir dimos un paseo por los alrededores del hotel, en el que había una plaza con columpios y la parada del tren. Nos acercamos a saber a que hora salía el tren de cercanías que nos llevaría el día siguiente a el centro de Madrid y poder adquirir unos billetes para montar en él. Los profesores querían seguir paseando pero muchos querían disfrutar del hotel. Estuvimos dando tumbos en las habitaciones de los demás, hablando y jugando, hasta cierta hora que nuestros profesores nos dijeron que volviéramos a las nuestras. En la que seguimos divirtiéndonos hasta las tantas de la noche aunque sabíamos que teníamos que levantarnos temprano al día siguiente.

La segunda noche en el autobús nada más estuvimos charlando de lo especial que nos pareció lo que vimos en el musical de los 40. Al llegar fuimos a cenar (por segunda vez) y nos fuimos a nuestras habitaciones para ducharnos pero, al poco tiempo, tuvimos que dejar de lavarnos pues un trabajador del hotel nos dijo que, supuestamente, hacíamos demasiado ruido con el agua. Por esta razón nos tuvimos que ir a dormir.


FIN
Escrito, ilustrado y publicado por: Carmen Sánchez, Rafael David Gordo, María Sanchéz y Ángela Crespo.