viernes, 17 de diciembre de 2010

En busca de el tesoro de Barbamala



Érase una vez un pueblo llamado Mimami en el que vivían dos hermanastros.
El más pequeño, David, que tenía 7 años,era moreno, alto. Le gustaba mucho jugar a los piratas. Y el más grande, Quique, que tenía 11 años, le gustaba mucho jugar al fútbol. También era aficionado a los piratas y a los tesoros. Era castaño,alto,delgado y con los ojos de color beige.

Un día llegó a su pueblo una niña hija de un gran arquitecto naval. Era rico y le daba todo tipo de capricho a su niña. Algunas semanas más tarde, David, Quique y Lady Masmoasel (que era el nombre de aquella niña) se conocieron. Era rubia, delgada, bajita y con los ojos azules y tenía un acento un tanto inglés. En esa misma semana, concretamente, el sábado se volvieron a encontrar y hablando David tuvo una idea:
-Masmoasel, podríamos pedirle a tu padre que nos hiciera un barco mediano e ir a buscar el tesoro de Barbamala a la isla de las 7 calaveras.
- Podría preguntárselo a mi padre, tal vez, podría conseguir los planos y con ayuda vuestra y mía construir el barco-.
-No hay más que hablar, iremos a buscar a nuestros amigos para que nos acompañen en nuestra apasionante aventura- Añadió Quique.
Al día siguiente, Lady Masmoasel fue a hablar con su padre... pero su madre le dijo:
"Tu padre se ha ido a Inglaterra a por unos planos de un barco y no volverá hasta dentro de 5 días-.

LA HISTORIA DE BELÉN Y DANI



Esta historia que os voy a narrar trata de dos niños que a pesar de sus problemas por sus padres estuvieron en todo momento unidos. Los personajes de nuestra historia son Belén y Dani. Un día estaban jugando al lado del bosque cuando jugando al pilla pilla, poco a poco se fueron adentrando en el bosque, cuando se dieron cuenta, ya estaban lo bastante adentrados como para poder salir.


Empezamos a dar vueltas, a ver si podían salir. Cuando se cansaron, se sentaron en el suelo a pensar. Hasta que a Belén le vino una idea a la cabeza. El día anterior, en el colegio habían leído un cuento, en el que una niña había dado un abrazo a un algarrobo, y de allí había salido un hada que le había concedido un deseo. Belén le contó su idea a Dani; este, que conocía bien los árboles, identificó un algarrobo a pocos metros. Cuando llegaron a este lo abrazaron, del árbol salió una hada pequeñita, con las alas de color malva y un trajecillo azul. El hada les dijo:
-Hola niños, ¿que quereis?
-Hola hada, nos hemos perdido, y no sabemos volver a casa, ¿nos podrías ayudar? -Dijo Belén a la vez que Dani.
-Mirad, yo todavía soy muy pequeña para transladaros, pero si quereis os enseñaré el camino.



Y así ,guiados por el hada, llegaron sanos y salvos a casa.



Desde aquel día, tuvieron más cuidado al adentrarse en el bosque.