jueves, 10 de febrero de 2011

LA CIUDAD ENCANTADA

Soy Elena y tengo 12 años, el pelo rubio y un poco rizado, tengo los ojos verdes y las pestañas largas. Mido 1'55 y me encanta la música. En el instituto mis asignaturas favoritas son el dibujo y el conocimiento del medio.
Ahora os voy a relatar una historia que me ocurrió el año pasado...

En el colegio, un día, mis amigos hicieron un trabajo sobre una ciudad encantada, cerca de nuestro pueblo. Contaban que La Ciudad Encantada era un lugar inhabitado, no había ni pájaros cantando.
Tenía estrechas y muuuyyy largas calles. Las pocas casas que había eran todas de color gris, muy descuidadas: tenía la pintura desconchada, los tejados hundidos, las puertas muy rotas, y había altas hiedras secas, marrones y negras que trepaban por las altas fachadas de las casas y se enroscaban por las pequeñas ventanas y puertas abiertas. Las fuentes eran viejas y el agua estaba estancada ¡y verde¡ ¡puaj¡. Había una pequeña colina en la que se levantaba un enorme castillo rodeado de una alta y vieja muralla. Ni si quiera había vegetación, sólo unos árboles secos alrededor del castillo.
Pero claro, hay que reconocer que ellos no habían estado allí y esa redacción estaba copiada prácticamente entera de Internet, lo cuál se dio cuenta enseguida la profesora.
CONTINUARÁ

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