El pasado 6 de Diciembre, nuestra Constitución celebraba su trigésimo primer aniversario, por eso, y coincidiendo con la Inmaculada, hemos disfrutado de unos días de puente.
Con nuestra edad solo se piensa en cuatro días sin “cole”, pero la Constitución es mucho más que artículos escritos en un papel, son nuestros derechos y nuestros deberes. Los deberes nos fastidian, pero no sabemos la suerte que tenemos al tener derechos (que parece que es lo único que queremos escuchar).
Nuestros mayores si que la saben apreciar, pues, en España ya tuvo su primera constitución, “La Pepa”. Después se vivió una etapa muy dura, la dictadura, que deseo con toda mi alma que nunca, nadie, en ningún lugar del mundo, tenga que vivirla. Por ejemplo, no hace mucho, supe a través de una novela, que había gente encarcelada por escribir teatro, cosa que me impactó mucho. No lo quiero ni imaginar, si yo no pudiera expresarme, no sé que haría. en fin, que aunque solo por esto, me encanta la Constitución e intentaré no olvidar mis deberes, sobre todo el respeto.
Por eso, personalmente, ha sido una gran satisfacción que este año se haya conmemorado este artículo,muy importante (después de la educación y la sanidad) siempre desde el respeto hacia los demás y sin ofender, pues ahí acaba nuestra libertad.