4 de Noviembre del 2009
Triste noticia la de esta pasada semana, falleció Don Francisco Ayala. Gran escritor que me producía un gran afecto, aunque no he leído ninguna de sus obras.
Vi, no hace mucho en Canal Sur, un documental entrevista, en el que enseñaba un cuadro pintado por su madre, con auto-retrato incluido.
Triste noticia la de esta pasada semana, falleció Don Francisco Ayala. Gran escritor que me producía un gran afecto, aunque no he leído ninguna de sus obras.
Vi, no hace mucho en Canal Sur, un documental entrevista, en el que enseñaba un cuadro pintado por su madre, con auto-retrato incluido.
En este cuadro esta inspirado El Jardín de las Delicias, libro que espero leer pronto.
Este “abuelito” me producía mucha admiración, no sé, quizás por su mirada, que aunque mayor, proyectaba inquietud, inteligencia y ganas de vivir; en fin, parecían los ojos de un niño. o quizás por afinidad, los dos somos piscis, él el 16 de Marzo y yo el 17, a mí también me gusta escribir y me encanta la miel, que creo que cuando le preguntaban por el secreto de su longevidad decía que tomaba todos los días tres cucharadas de miel con un poquito de whisky. Yo lo del whisky... como que no.
Hay unas imágenes de él grabadas en mi retina, son las de la audiencia con Sus Majestades ( no se si por el Cervantes), cuando llega y se abraza a Don Juan Carlos, sin fuerzas, pero con mucha emoción: todos los que vimos aquella escena, creo que intuíamos que era la ultima vez que se verían.
Hay unas imágenes de él grabadas en mi retina, son las de la audiencia con Sus Majestades ( no se si por el Cervantes), cuando llega y se abraza a Don Juan Carlos, sin fuerzas, pero con mucha emoción: todos los que vimos aquella escena, creo que intuíamos que era la ultima vez que se verían.
Hasta su forma de morir ha sido poética, porque según leí en “IDEAL” sabía que había llegado el fin se despidió tranquilo y pidiendo perdón, como solo las personas nobles saben hacerlo.
Lo bueno de los grandes escritores es que nunca se van, ahí quedan sus obras , y su recuerdo para cuando nosotros queramos por eso.....
Hasta Pronto, Ayala