viernes, 13 de noviembre de 2009

RUFO


Rufo es un joven perro grande, negro y marrón.

Su dueña Jessica de 13 años pelirroja, con cejas poco pobladas, pestañas cortas, ojos azules, nariz larga, boca siempre sonriente, cuello largo, pelo cortó recogido co una coleta, piel clara y alta.

Una mañana lluviosa de Navidad, exactamente el 5 de enero, yendo a la casa de su abuela a comer con la familia aparcando el coche en el descampado se dio cuenta de que una caja se movía y ladraba. Salio a correr y cuando llegó a la caja de cartón y la abrió vio al cachorro más bonito del mundo. Llamó a su madre y a su padre a gritos. Su madre le dijo que esperara a llegar a la casa de su abuela para decidir qué hacían con el perro mientras que tomaban leche caliente.

Al final del día decidieron que se quedaría con el perro pero sin regalo de Reyes Magos ese año el siguiente y el siguiente.

Pasó el tiempo, sacaba al perro, lo aseaba y le daba de comer con la misma ilusión todos los días.

Pero llegó lo peor, Rufo iba a cumplir ya un año esa Navidad y ella mientras los demás charlaban de lo que le iban a llevar los Reyes Magos se aburría, pero cuando llegó a casa y vio a su perro corriendo hacia ella pensó que merecía la pena.
Por María Sánchez Gracia

miércoles, 11 de noviembre de 2009

HASTA PRONTO AYALA, por Ángela Crespo. (Publicada en IDEAL, 16/11/09)

4 de Noviembre del 2009

Triste noticia la de esta pasada semana, falleció Don Francisco Ayala. Gran escritor que me producía un gran afecto, aunque no he leído ninguna de sus obras.

Vi, no hace mucho en Canal Sur, un documental entrevista, en el que enseñaba un cuadro pintado por su madre, con auto-retrato incluido.


En este cuadro esta inspirado El Jardín de las Delicias, libro que espero leer pronto.



Este “abuelito” me producía mucha admiración, no sé, quizás por su mirada, que aunque mayor, proyectaba inquietud, inteligencia y ganas de vivir; en fin, parecían los ojos de un niño. o quizás por afinidad, los dos somos piscis, él el 16 de Marzo y yo el 17, a mí también me gusta escribir y me encanta la miel, que creo que cuando le preguntaban por el secreto de su longevidad decía que tomaba todos los días tres cucharadas de miel con un poquito de whisky. Yo lo del whisky... como que no.

Hay unas imágenes de él grabadas en mi retina, son las de la audiencia con Sus Majestades ( no se si por el Cervantes), cuando llega y se abraza a Don Juan Carlos, sin fuerzas, pero con mucha emoción: todos los que vimos aquella escena, creo que intuíamos que era la ultima vez que se verían.


Hasta su forma de morir ha sido poética, porque según leí en “IDEAL” sabía que había llegado el fin se despidió tranquilo y pidiendo perdón, como solo las personas nobles saben hacerlo.


Lo bueno de los grandes escritores es que nunca se van, ahí quedan sus obras , y su recuerdo para cuando nosotros queramos por eso.....

Hasta Pronto, Ayala

jueves, 5 de noviembre de 2009

EL ARBOL ENCANTADO


Ana es una niña pelirroja, con pecas, alta, delgada...


Como todos los veranos, se iba al pueblo de sus abuelos, a una casa al lado de un gran bosque. A ella le gusta irse a la casa de sus abuelos para encontrarse con sus amigos de verano. Sus amigos se llamaban Lucas y Marta. Al llegar al pueblo la estaban esperando. Se dieron un gran abrazo y decidieron ir al bosque, al pasar por un gran árbol vieron algo extraño en el. Lucas pregunto - ¿ Que es ese agujero?- y Marta dijo - eso es nuevo - y Ana dijo de entrar. Estaba oscuro, sucio y Marta y Ana se asustaron. Lucas dijo de ir a por linternas a casa de su abuelo. Las cogieron y regresaron al árbol.



Sandra Bracero Jiménez

MI COLEGIO



Mi colegio es muy especial, es grande y bonito, tiene un patio muy grande, con un campo de fútbol y pista de baloncesto donde nos divertimos todos los alumnos en los recreos y en las clases de gimnasia. Las clases son muy grandes y luminosas, también tienen unas ventanas muy grandes, está siempre limpio y aquí somos todos compañeros y tenemos unos profesores muy buenos. Nos enseñan muchas cosas pero lo que más me gusta es que nos enseñan a respetar y a ser respetados.
En mi colegio existen unas normas que todos debemos cumplir: puntualidad, higiene y respeto. Todos aprendemos mucho.
Yo aprovecho esta redacción para darle gracias a todos los profesores que desde que empecé preescolar con cuatro años dedicaron su tiempo a enseñarme darme cariño y respeto.

En definitiva , mi colegio es especial.







Jesús Camarero López